Las monedas de los países del G7 y por qué son tan importantes

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¿Ha oído hablar del G7, pero no sabe muy bien qué relación tiene con el tema de las divisas? Tómese cinco minutos para leer todo sobre el foro mundial más influyente y su impacto en las monedas más negociadas en el mercado de divisas.

 

Las divisas de los países del G7 («G7» corresponde simplemente a «grupo de los siete») son las monedas de las economías más importantes del mundo e incluyen cinco de las monedas más negociadas y líquidas del mercado de divisas. Este grupo de monedas está formado por el dólar estadounidense (USD), el euro (EUR), el yen japonés (JPY), la libra esterlina (GBP) y el dólar canadiense (CAD).


El G7 es un foro que reúne a los países más influyentes e industrializados del mundo. Fundado con el objetivo de compartir iniciativas macroeconómicas, el foro tiene una importante influencia internacional y ocupa un lugar central en las principales iniciativas mundiales. Inicialmente, el G7 (en aquel momento el G6) se formó en 1975 a iniciativa de los entonces jefes de Estado de Alemania y Francia, tras el colapso del sistema de Bretton-Woods, la crisis energética de los años 70 y la consiguiente recesión mundial. El último país en unirse al foro fue Canadá y el grupo decidió seguir reuniéndose anualmente desde entonces. Los países que forman el G7 son Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido y sus cinco monedas correspondientes son el dólar canadiense (CAD), el euro (EUR), el yen japonés (JPY), la libra esterlina (GBP) y el dólar estadounidense (USD). Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), cada una de las cinco monedas pertenecientes a los países del G7 son monedas de reserva, o "monedas ancla", mantenidas por los bancos centrales de todo el mundo. Dado que la combinación de estos países representa el 40 % del PIB mundial, seguir de cerca la evolución de las economías de los países del G7 y, en especial, de las cinco divisas respectivas, es importante para cualquiera que se vea afectado por el comercio internacional y el mercado de divisas.

Pero, ¿qué hace que estas cinco monedas sean tan especiales? ¿Por qué se les concede tanta importancia?

 

¿Qué hace que las monedas del G7 sean tan fuertes?

Los países o zonas monetarias con una moneda especialmente líquida suelen compartir una serie de características:

  • Un peso económico considerable
  • Un crecimiento sostenido
  • Un sólido sistema financiero y bancario
  • Una estabilidad política confirmada

Para comprender mejor el predominio de estas cinco divisas, vamos a analizarlas más detenidamente.

 
1. El dólar estadounidense (USD)

A la pregunta «¿cuál es la moneda más importante del mundo?» solo hay una respuesta obvia: el dólar estadounidense. Por ello, se le considera —con diferencia— la moneda de reserva más importante del mundo.

Según el FMI, más del 60 % de las reservas mundiales de divisas están denominadas en dólares estadounidenses. El 40 % de la deuda mundial también está denominada en dólares.

Pero, ¿esto ha sido siempre así?

El dólar en el siglo XX 

Entre la década de los 40 y los 70, el dólar estadounidense fue el referente en torno al cual fluctuaron los tipos de cambio de las principales divisas del mundo. El Acuerdo de Bretton Woods de 1944 reafirmó el dominio del dólar como moneda de referencia, debido a su convertibilidad en oro.

De conformidad con el sistema de tipo de cambio fijo resultante de estos acuerdos, 44 países vincularon sus monedas al dólar, autorizándose una cierta banda de fluctuación en torno al dólar.

Sin embargo, las perturbaciones económicas de los años 70 obligaron a Estados Unidos a devaluar su moneda y la convertibilidad del dólar en oro dejó de estar justificada. Bajo estas circunstancias, el régimen de tipo de cambio flotante (o flexible) se generalizó.

Pero, ¿qué pasa con el dólar hoy en día?

El dólar en el siglo XXI

En la actualidad, la mayoría de las monedas fluctúan libremente según los movimientos del mercado y ya no están vinculadas al dólar.

Sin embargo, el dólar sigue siendo la moneda más importante del mundo, lo que se debe en parte a la importancia de la economía estadounidense a nivel internacional y al dominio de estados Unidos de los mercados financieros.

A pesar del considerable déficit presupuestario y de los elevados niveles de deuda externa, el mundo financiero y bancario cree firmemente en la capacidad de Estados Unidos para devolver sus deudas. Esto hace que el dólar sea la moneda más negociable en el mercado de divisas y un refugio seguro para los operadores del mercado.


El banco central estadounidense, la Reserva Federal (Fed), establece y ejecuta la política monetaria del país.

¿Sabía que...?

El dólar es también la moneda de referencia para el mercado mundial de productos básicos, debido a su estabilidad como medio de cambio. Cuando el valor del dólar disminuye, el coste de los productos básicos es mayor en dólares y menor en moneda extranjera. Por tanto, los productos básicos se abaratan cuando el dólar es débil y se encarecen cuando el dólar es fuerte.

 

2. El euro (EUR)

Introducida en 1999, la moneda única entró en circulación en 12 países europeos iniciales a partir de 2002. Los países que han adoptado el euro forman parte de la zona monetaria comúnmente denominada eurozona. Aunque desde entonces ha sido adoptado por un total de 19 países europeos, en Europa central sigue habiendo países que todavía tienen sus propias monedas.

El euro es la segunda moneda más negociada en el mercado de divisas después del dólar, pero su existencia es muy reciente.

Breve historia del euro

La unión monetaria, una vieja ambición de la Comunidad Económica Europea (CEE), por fin empezó a cobrar fuerza en la cumbre europea celebrada en Bruselas en 1978. Se establecieron entonces el Sistema Monetario Europeo (SME) y el Mecanismo de Tipos de Cambio (MTC). Este último preveía tipos de cambio fijos, pero ajustables, aplicados a todas las monedas nacionales del bloque. Con el lanzamiento del Programa del Mercado Único en 1985, el proceso de racionalización y planificación de la convergencia empezó a cobrar impulso.

Una vez firmado el Tratado de Maastricht en 1992, se inició el proceso de la Unión Económica y Monetaria (UEM):

  • 1991-1993 
    Autorización progresiva de la libre circulación de capitales.
  • 1993-1998
    Convergencia gradual de las políticas económicas entre los países del bloque.
  • 1999-2002
    Introducción de normas presupuestarias estrictas y desarrollo de una política monetaria común.

Desde que el euro comenzó a circular en 2002, el Banco Central Europeo (BCE) ha sido el responsable de su emisión. Como único banco central del mundo responsable de la política monetaria de varios países, el BCE es una institución única. Es responsable de garantizar el valor del euro como moneda y de asegurar la estabilidad de los precios en la eurozona.

Pero, ¿se considera un refugio seguro?

El euro 20 años después

Según el FMI, el euro representa alrededor del 20 % de las reservas mundiales de divisas.

Sin embargo, a diferencia del dólar estadounidense, la moneda única no se considera un refugio seguro, aunque comparte algunas características esenciales: 

  • La deuda de todos los países de la eurozona ascendía al 78 % del PIB de la zona monetaria en 2019, un porcentaje inferior al de Estados Unidos o incluso al de Japón
  • La eurozona tiende a mantener un superávit por cuenta corriente
  • El 33 % de las transacciones realizadas en todo el mundo se efectúan en euros

Sin embargo, las condiciones políticas que a veces se perciben como inestables hacen que el euro no se considere una moneda refugio. En tiempos de crisis, estas condiciones no suelen tranquilizar a los operadores del mercado.

Las divergencias políticas y las deficiencias estructurales de algunos países de la eurozona a veces hacen temer por la fortaleza y la estabilidad de la moneda.

Un acercamiento político entre los países miembros podría reforzar el euro y elevarlo a la categoría de refugio seguro, pero esto parece una perspectiva lejana por ahora, ya que los modelos económicos de todo el bloque difieren considerablemente.

¿Sabía que...?

El proyecto de unión monetaria dentro de la CEE se debatió en la cumbre europea de La Haya de 1968, pero estas conversaciones no dieron lugar a ninguna propuesta concreta. Las crisis económicas de los años 70, marcadas por las devaluaciones en serie y el fin del régimen de tipo de cambio fijo, hicieron imposible la perspectiva de una moneda común a corto plazo.

 

3. El yen japonés (JPY)

El yen es la tercera moneda más negociada en el mercado de divisas. Aunque puede resultar sorprendente si uno no está familiarizado con todo lo relacionado con las divisas , el yen se considera un refugio seguro al igual que el dólar.

A pesar de que el país ha estado lidiando con una serie de dificultades económicas desde la década de los 90, Japón siguió siendo la tercera economía del mundo en términos de PIB en 2019, y continúa siendo uno de los mayores exportadores del mundo.

Pero, ¿por qué su moneda mantiene un estatus privilegiado?

El yen, una moneda joven en un país envejecido

Mientras que Japón es conocido por el envejecimiento de su población, la moneda del país es relativamente joven y solo lleva en circulación desde 1871.

Antes de este periodo, Japón no tenía una moneda única para todo el país. Impulsada por el gobierno del emperador Meiji, la introducción de una moneda nacional formaba parte de un rápido proceso de industrialización emprendido en el siglo XIX.

La ausencia de un sistema bancario comparable al de los países occidentales limitó el poder económico de Japón a nivel internacional. Por ello, en 1882 se fundó el Banco de Japón (BoJ) con el fin de aplicar y ejecutar la política monetaria del país.

Entonces, ¿por qué es tan importante el yen en la actualidad?

 

El yen en los tiempos modernos

Aunque Japón goza de un considerable peso económico y estabilidad política, sus resultados económicos han presentado algunas debilidades notables desde la década de los 90.

Desde el estallido de la burbuja inmobiliaria y la consiguiente crisis financiera, el país se ha caracterizado por:

  • Un bajo crecimiento interanual (que rara vez supera el 2 %).
  • Un problema de deflación recurrente
  • Una deuda pública muy elevada (la mayor del mundo en relación con el PIB).

Sin embargo, esto no parece ser una fuente de preocupación para los operadores del mercado de divisas, ya que el yen mantiene su condición de refugio seguro.

La percepción favorable del yen se debe principalmente a dos factores fundamentales:

  • Los considerables superávits comerciales de Japón, que sigue siendo especialista en una serie de exportaciones de alta tecnología, desde automóviles hasta nuevas tecnologías
  • Japón es la tercera economía mundial en términos de PIB, por detrás de Estados Unidos y China

Un indicador clave de la importancia mundial del yen es que la moneda japonesa tiende a revalorizarse en tiempos de incertidumbre. Este fenómeno fue especialmente notable en 2010, cuando la crisis de la eurozona provocó un aumento del 10 % de su valor frente al euro. Además, en julio de 2020, cuando el dólar siguió bajando debido a la preocupación por la gestión estadounidense de la crisis de COVID-19, así como por las persistentes tensiones entre Washington y Pekín, el valor del yen aumentó considerablemente.

 

¿Sabía que...?

Japón tiene la tasa de natalidad más baja de todos los países desarrollados, con una tasa de fertilidad de solo 1,4 en 2019. Al ritmo actual, el porcentaje de la población japonesa mayor de 65 años pasará del 26 % actual al 45 % en 2050. La reducción de la base fiscal y el probable aumento de los costes sociales podrían tener graves consecuencias para la economía japonesa a largo plazo.

 

4. La libra esterlina

Como cuarta moneda más negociada en el mercado de divisas y tercera moneda de reserva en el mundo, la libra esterlina se sitúa firmemente entre las monedas más importantes del mercado de divisas. Su destacado papel en la escena mundial se debe en parte a la condición de la capital como centro de comercio financiero y a su larga historia de liderazgo mundial.

A pesar de que el Reino Unido no adoptó el euro y optó por mantener su propia moneda, se pueden establecer paralelismos entre ambas:

  • La Unión Europea es el principal socio comercial del Reino Unido
  • La libra y el euro fluctúan entre sí y tienden a mantenerse en un rango estrecho
  • El referéndum sobre el Brexit ha sido recientemente un factor clave que ha influido en la volatilidad de la moneda y en su valor frente a otras divisas importantes

La libra esterlina es popular entre los operadores de divisas por varias razones. Los principales sectores que contribuyen a la economía británica son las industrias aeroespacial, farmacéutica y del automóvil, así como el sector de los servicios. Su industria de servicios financieros, en particular, desempeña un papel importante: representa la mayor industria exportadora del país, el sector que más impuestos paga y uno de los mayores empleadores del país. Por otra parte, Londres se cuenta entre los centros comerciales más grandes y concurridos del mundo; un factor que contribuye a la gran cantidad de comercio en esta moneda. Sin embargo, desde el Brexit, la importancia de la libra en las exportaciones del Reino Unido ha ido cayendo en favor del dólar —y afectando directamente a la competitividad de los exportadores británicos.

¿Sabía que...?

Las monedas también presentan el perfil del monarca en el poder y la dirección en la que mira el monarca se alterna con cada monarca sucesivo, una tradición que comenzó en el siglo XVII. La abdicación de Eduardo VIII fue la única vez que se rompió el patrón. Las monedas acuñadas cuando ascendió al trono mostraban su perfil izquierdo, porque pensaba que su lado izquierdo era mejor que el derecho. Sin embargo, no se pusieron en circulación antes de su abdicación, menos de un año después de haber subido al trono. Su hermano Jorge VI decidió que su perfil izquierdo también figurara en las monedas cuando asumió el poder, ya que las monedas de su predecesor estaban orientadas hacia la derecha como debía ser según la tradición.

5. El dólar canadiense

La economía de Canadá depende en gran medida de sus exportaciones de productos básicos, especialmente de la energía y los recursos naturales como la madera, el petróleo y el gas. Por ello, su moneda se considera una moneda basada en productos básicos. Aunque tienden a ser más frecuentes entre los países en desarrollo, Canadá, junto con otros países más desarrollados como Noruega, es una excepción.

Un estudio de 2009 demostró que los tipos de cambio de las monedas basadas en productos básicos pueden ayudar a predecir los precios futuros de los mismos.

Tener una moneda vinculada a los productos básicos tiene efectos tanto positivos como negativos:

  • La demanda de los productos básicos de un país refuerza naturalmente el valor de la moneda nacional y contribuye igualmente a aumentar el PIB del país. Sin embargo, las exportaciones relacionadas con la fuerte demanda externa provocan un aumento de los precios y el consiguiente riesgo de inflación.
  • Por el contrario, una disminución de la demanda puede provocar una deflación y reducir el PIB del país.


Debido a su proximidad con Estados Unidos, la moneda canadiense también se ve fuertemente influenciada por la moneda de su vecino, y la dependencia del país del estado de la economía estadounidense es significativa.

¿Sabía que...?

Canadá y su moneda basada en productos básicos son especialmente vulnerables a la enfermedad holandesa. ¿Qué es la enfermedad holandesa? Este término, acuñado en los años 70 para describir la caída del sector manufacturero holandés a costa del descubrimiento de un yacimiento de gas, describe la relación causal entre el aumento de los ingresos de un determinado sector y su impacto negativo en los demás sectores de la nación. A medida que un sector se desarrolla y genera demanda, aumenta el valor de la moneda, lo que hace que las demás exportaciones de la nación se vuelvan más caras y menos competitivas. El fuerte vínculo de la moneda canadiense con los productos básicos la hace especialmente propensa a contraer la enfermedad holandesa.

 

La importancia de una moneda en el mercado de divisas depende de numerosos factores, que van desde la fortaleza económica de un país o zona monetaria hasta su estabilidad política. Más allá de estos factores, también hay una serie de indicadores económicos dentro de un país que contribuyen a establecer la importancia de una moneda en el mercado de divisas.

La economía estadounidense es la más poderosa del mundo y el dólar —con diferencia la moneda de reserva internacional más importante— se considera un refugio seguro. El euro es la segunda moneda más negociada del mundo y representa el 20 % de las reservas mundiales de divisas. A pesar de la innegable importancia económica de la región, por no hablar de su frecuente superávit por cuenta corriente, la zona euro a veces se ve debilitada por la incertidumbre política —y las deficiencias de algunos países miembros son motivo de preocupación en tiempos de crisis. Aunque no se considera una moneda refugio, se está convirtiendo en un fuerte competidor. No puede decirse lo mismo de la libra esterlina, que atraviesa periodos de considerable volatilidad. La moneda nacional de la tercera economía mundial, el yen, está apuntalada por los impresionantes superávits comerciales de Japón y su valor tiende a apreciarse en tiempos de crisis, lo que le confiere la condición de moneda refugio.

Al ser las monedas más fuertes a nivel mundial, también son las más negociadas en el mercado de divisas. Sin embargo, el mundo de las divisas está cambiando constantemente. Monedas que antes se pasaban por alto, especialmente en Asia, están empezando a ganar terreno y a atraer la atención del mercado de divisas. Para conocerlas mejor, lea nuestro artículo sobre las divisas emergentes en Asia.

 

 

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