¿Cuál es la diferencia entre tipos de cambio flotante y fijo?

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Tal vez esté familiarizado con los términos "régimen de tipo de cambio flotante" y "régimen de tipo de cambio fijo", pero ¿comprende las principales características que los diferencian? En este artículo le explicamos los factores que distinguen a cada modelo, ambos con una influencia considerable sobre la gestión de las monedas en el mercado de divisas.

 

Un régimen de tipos de cambio se define generalmente como la forma en que un país, o varios países, determinan el tipo de cambio de su moneda en relación con los demás. Aunque antes estaba muy extendido, las monedas de la mayoría de los países desarrollados ya no se rigen por un sistema de tipo de cambio fijo. El régimen de tipo de cambio flotante, también conocido como régimen de tipo de cambio flexible, es el más extendido en la actualidad. Existen dos tipos principales de régimen cambiario.

 

Régimen de tipo de cambio flotante (o flexible)

En este caso, no hay un objetivo específico de tipo de cambio. El tipo de cambio fluctúa libremente de acuerdo con la oferta y la demanda en el mercado de divisas.

Régimen de tipo de cambio fijo (o vinculado)

El tipo de cambio se establece con respecto a un estándar determinado (normalmente otra divisa o una cesta de divisas). Sin embargo, se permite que el tipo de cambio fluctúe dentro de un estrecho margen respecto a esta referencia o estándar.


Las autoridades monetarias de un determinado país o zona monetaria suelen adoptar y operar con un régimen de tipo de cambio que se ajuste a sus propios objetivos y a su posicionamiento internacional. Aunque el sistema de tipo de cambio flotante (o flexible) está hoy muy extendido, algunos modelos —como el de China— tienen características específicas que influyen en los tipos de cambio internacionales. Echemos un vistazo a las particularidades de los principales regímenes de tipo de cambio.

 

Régimen de tipo de cambio intermedio

Los regímenes de tipo de cambio intermedio, como su nombre indica, se encuentran a medio camino entre los de tipo de cambio fijo y flotante. Según este régimen, existe una pequeña variación en torno al tipo de cambio fijo. Estos regímenes de tipo de cambio incluyen las paridades móviles, que son regímenes de tipo de cambio fijo que permiten una apreciación y depreciación gradual dentro de una banda de tipos.

 

Como parte de la creación de la Unión Europea, se instauró el Sistema Monetario Europeo, primer paso para unificar los tipos de cambio de los futuros países de la eurozona. El acuerdo multilateral de tipos de cambio ajustables obligaba a los países de la zona euro a vincular sus monedas para evitar grandes fluctuaciones de valor antes de que los tipos se fijaran finalmente con respecto a una nueva moneda: el euro. En la misma línea, los países de Asia también están buscando soluciones para promover la estabilidad financiera en la región y han establecido la Iniciativa Chiang Mai, cuyo objetivo es unir las economías de las monedas de la ASEAN y de China, Corea del Sur y Japón en torno a un régimen de tipo de cambio intermedio.

¿Qué es un régimen de tipo de cambio flotante (o flexible)?

Dadas las repetidas crisis económicas de los años 70, las condiciones estrictas de los tipos de cambio ya no tenían sentido para la mayoría de las economías desarrolladas. El régimen de tipo de cambio fijo existente ya no era coherente con las realidades de una economía mundial cada vez más volátil. En estas circunstancias, el régimen de tipo de cambio flotante (o flexible) se generalizó.

 

Un régimen de tipo de cambio flotante (o flexible) se rige por la oferta y la demanda en el mercado de divisas. Las principales monedas mundiales (comúnmente denominadas monedas del G7) se basan en este modelo. Los tipos de cambio del dólar estadounidense (USD), el euro (EUR) y el yen japonés (JPY), por ejemplo, fluctúan libremente según los movimientos del mercado.

 

En la forma «más pura» del tipo de cambio flotante, el valor respectivo de las distintas monedas depende totalmente de las fluctuaciones del mercado. Pero también hay regímenes de flotación algo distintos, como el «régimen de flotación controlada» adoptado por China.

Régimen de flotación controlada de los tipos de cambio

Según este sistema, el banco central interviene regularmente comunicando su tipo de cambio deseado a los operadores especializados del mercado de divisas. A continuación, estos adoptan las medidas necesarias para alcanzar ese tipo de cambio. Este modelo funciona mediante la regulación de la evolución del mercado con el objetivo de mantener el tipo de cambio en un valor objetivo específico.

 

Hay que tener en cuenta que incluso en los regímenes de tipo de cambio flotante más puros, llos bancos centrales tienden a intervenir ocasionalmente, sobre todo en tiempos de crisis, para evitar la infravaloración o la sobrevaloración de la moneda local y para hacer frente a los problemas económicos causados por estos acontecimientos.

 

¿Sabía que...? 

El régimen de tipo de cambio controlado de China ha sido objeto de controversia durante varios años. Para algunos países y zonas monetarias competidoras, la política monetaria intervencionista adoptada por el Banco Popular de China —el banco central chino— se considera injusta, ya que supuestamente mantiene el yuan (CNY) a un tipo infravalorado, favoreciendo así las exportaciones chinas.
 

¿Qué es un régimen de tipo de cambio fijo?

Los regímenes de tipo de cambio fijo fueron muy comunes en los países desarrollados entre los años 40 y 70. Según este modelo, el tipo de cambio está vinculado a un estándar (una moneda o una cesta de monedas) y este es gestionado por el banco central emisor.

 

El tipo central, o paridad central, también se denomina tipo de cambio «de referencia». Se permite una determinada banda de fluctuación en torno a este. En un régimen de tipo de cambio fijo, el banco central debe mantener un tipo de cambio en torno al de la paridad central. Para ello, compra o vende la moneda según sea necesario.

 

Para comprar y vender su moneda, el banco central correspondiente solo necesita mantener un nivel suficiente de reservas.

 

¿Sabía que...?

Tras el Acuerdo de Bretton Woods de 1944, muchos países desarrollados adoptaron un régimen de tipo de cambio fijo. El valor de su moneda se determinaba en función del precio del oro o del dólar estadounidense, canjeable en oro en aquel momento. La banda de fluctuación en torno al tipo central se fijó en un 1 %. A partir de 1971, cuando Estados Unidos aplicó medidas de devaluación monetaria, la convertibilidad del dólar en oro dejó de estar justificada y los principios del acuerdo dejaron de aplicarse. En 1976, el Acuerdo de Jamaica condujo al establecimiento de un régimen de tipo de cambio flotante generalizado que se rige por la oferta y la demanda.
 

¿Cuál es el régimen de tipo de cambio óptimo?

Hoy en día, el régimen de tipo de cambio flotante (o flexible) es, con mucho, el modelo más común y ha sido adoptado por la mayoría de los países desarrollados. Para muchos de estos países, puede ser el régimen de tipo de cambio óptimo. Según este modelo, el tipo de cambio fluctúa sin obstáculos en función de la oferta y la demanda en el mercado de divisas. Sin embargo, también existen regímenes de flotación controlada de carácter más intervencionista, como el de China. El régimen de tipo de cambio fijo está altamente regulado. El valor de la moneda correspondiente se mantiene dentro de una estricta banda de fluctuación, que suele ser el régimen cambiario preferido para las economías más pequeñas abiertas al comercio exterior y propensas a experimentar hiperinflación.

 

Comprender el régimen de tipo de cambio adoptado por un determinado país o zona monetaria es crucial para entender el mercado de divisas. Una comprensión general de los diferentes modelos le permitirá anticipar mejor la probabilidad de las fluctuaciones de los tipos de cambio y evaluar el posicionamiento de los diferentes territorios y divisas.

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