Cómo sacar ventaja al transporte marítimo de mercancías

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Dado que el transporte marítimo de mercancías desempeña un papel importante en la cadena de suministro, cualquier interrupción puede tener rápidamente un efecto dominó. Después de todo, el transporte marítimo es un sector volátil en el que las empresas se afanan por obtener capacidad en los contenedores y limitar sus gastos. Sin embargo, cuando la oferta es baja, ¿cómo pueden los cargadores satisfacer sus necesidades de carga y al mismo tiempo gestionar los costes y la fiabilidad?

Para las empresas que operan a nivel internacional, el transporte de contenedores puede ser un asunto complejo. Para que sus operaciones de importación/exportación tengan éxito, las pequeñas y medianas empresas que tratan con vendedores y proveedores en el extranjero deben supervisar y gestionar cuidadosamente la retahíla de problemas de transporte que a menudo se les impone.

En este sector tan volátil, las circunstancias pueden cambiar rápidamente, haciendo subir las tarifas, con el consecuente impacto en los márgenes de beneficio. Factores como la disponibilidad de contenedores y los recargos por combustible (debidos a la evolución de los precios del petróleo) tienen un efecto directo en los costes de transporte de las empresas, lo que significa que los cargadores deben mantenerse al día y desarrollar inteligencia de mercado si quieren hacer frente a los numerosos desafíos de la industria logística. Por supuesto, las tarifas no son el único factor decisivo para los cargadores, ya que existen otras preocupaciones, a veces contradictorias, que influyen en la elección de un socio de transporte. Deben tenerse en cuenta el coste, la capacidad y la fiabilidad.

Al igual que con todas las operaciones comerciales, existen muchas formas de paliar los numerosos vaivenes del transporte marítimo. Es fundamental desarrollar la estrategia correcta de transporte de contenedores, elegir los socios adecuados e implementar las mejores prácticas para protegerse de las fluctuaciones de los gastos generales. Con un gran número de empresas de transporte internacional de mercancías, transitarios y transportistas marítimos entre los que elegir, ¿por dónde debe empezar una empresa que depende del transporte marítimo?

 

Los altibajos del transporte marítimo actual

Hasta hace poco, las tarifas del transporte marítimo eran bastante competitivas y los cargadores disfrutaban de buenas condiciones para buscar el precio y el servicio que mejor se adaptara a sus necesidades de transporte en contenedores. Las cosas empezaron a cambiar poco a poco a partir de 2017, con la quiebra de algunos grandes transportistas y la formación de nuevas alianzas. La pandemia de COVID-19 y sus continuos efectos en el comercio no solo han acentuado los recientes desafíos para los cargadores en un panorama de transporte marítimo en constante cambio, sino que también han comenzado a perfilar un nuevo futuro para las cadenas de suministro a nivel mundial. Aunque las razones del aumento de los costes son múltiples, el fenómeno actual se reduce a la simple realidad de una demanda creciente y una oferta ajustada.

En cuanto a los transportistas, la competencia sin duda ha disminuido. Desde la quiebra en 2016 del séptimo mayor transportista marítimo del mundo, la empresa surcoreana de transporte de mercancías Hanjin, se ha especulado sobre quién será el próximo gigante en zozobrar bajo la presión de la subida de las mareas. En un intento de poner en común sus recursos y evitar las presiones financieras, muchas navieras han formado importantes alianzas mundiales. En 2017 se formaron dos grandes alianzas de transportistas, THE Alliance y Ocean Alliance. Para los cargadores, estas consolidaciones han tenido una consecuencia inmediata: menos influencia y menos espacio para la negociación de tarifas.

Estas son las tres principales alianzas navieras actuales:

  • The Alliance
    Hapag-Lloyd, Yang Ming Line, NYK Line, "K" Line y MOL.
  • Ocean Alliance
    CMA CGM, Evergreen Line, OOCL, APL y China Cosco Shipping.
  • 2M Alliance
    Maersk y MSC.

La formación de alianzas a gran escala y el trastorno económico también han supuesto una disminución radical de la capacidad, con algunas rutas marítimas ahora claramente favorecidas sobre otras en un contexto de disponibilidad limitada de contenedores. De hecho, al inicio de la pandemia de COVID-19 en China a finales de 2019, el país reaccionó con medidas drásticas, con el cierre total de ciudades y regiones enteras, lo que dejó a muchas fábricas sin actividad. En marzo de 2020, también se adoptaron medidas de confinamiento en muchas otras partes del mundo, incluidas Europa y América del Norte, que tuvo como consecuencia el desplome inmediato y considerable de la demanda. Los transportistas se vieron obligados a tratar de maximizar la capacidad y cubrir los costes y terminaron cancelando totalmente algunos trayectos.

Un cambio oscilante en la demanda no contribuyó a mejorar las cosas para los cargadores. Cuando el apetito reprimido por las importaciones se recuperó en junio del mismo año, los transportistas no reaccionaron con el mismo entusiasmo y siguieron cancelando trayectos. Esto dejó a los cargadores en la poco envidiable posición de luchar por encontrar opciones de transporte en un mercado favorable al vendedor. La escasez de contenedores situó a los cargadores occidentales en desventaja, ya que los transportistas favorecen las rutas de contenedores que mueven mercancías de Extremo Oriente al Oeste, y no al revés. Desde el comienzo de la pandemia, los precios se han multiplicado por ocho. A ello se le suman los continuos retrasos, cierres y una demanda incesante. Algunas empresas incluso han recurrido a fletar sus propios buques de carga en un intento por mitigar la crisis de la cadena de suministro y salvar la Navidad de 2021. Según los economistas, no es probable que las subidas de precios y la escasez de mercancías que ha provocado la pandemia de COVID-19 se solucionen antes de bien entrado el año 2022.

¿Lo sabía? 
Según el ranking de cuotas de mercado global de la herramienta de investigación basada en datos de Alphaliner, Ocean Alliance, 2M y THE Alliance representan aproximadamente el 80 % del mercado global de transporte marítimo en contenedores.
 
¿Qué pueden hacer las empresas para limitar los costes del transporte marítimo?

En un contexto en el que la oferta de contenedores es limitada y la demanda de transporte marítimo ha crecido, las licitaciones marítimas resultan sumamente competitivas. Esto es exactamente lo que ha ocurrido en los últimos tiempos, lo que ha dejado a los cargadores en una situación difícil. No obstante, aún existen formas de gestionar los costes.

Cómo controlar los costes del transporte marítimo:

 
1.Evaluación comparativa de los costes de transporte
  • La paciencia es un elemento clave para los cargadores que operan en un mercado favorable al vendedor. La escasez no significa que haya que hacer concesiones a la hora de conseguir una tarifa justa, por lo que los cargadores deben mantenerse al tanto de las tarifas vigentes en el mercado y resistirse a aceptarlas a ciegas.

  • El desarrollo de la inteligencia de mercado es clave para la evaluación comparativa. Las empresas no pueden conocer las tarifas que pagan los competidores si no tienen acceso a ellas. Varios proveedores de servicios ofrecen herramientas de inteligencia de mercado y análisis para ayudar a realizar evaluaciones basadas en datos.

  • Los análisis detallados de las tarifas al contado del transporte marítimo y de las tarifas contratadas a largo plazo proporcionan la información necesaria para negociar mejor y elaborar una previsión presupuestaria más eficaz.

2. Consolidación de volúmenes y asociaciones
  • Consolidating • La consolidación de los volúmenes de carga suele ofrecer ciertas ventajas, como la de asegurar a los transportistas una carga base garantizada, que a su vez facilita la negociación de tarifas y contratos de mayor validez.

  • No todos los cargadores mantienen volúmenes adecuados y estables para llevar a cabo procesos de consolidación, por lo que formar un consorcio con otros cargadores puede ayudar a desbloquear estas ventajas. Esto impulsa el poder de negociación colectivo de múltiples cargadores.

  • Los socios navieros con experiencia previa y contratos anteriores con los transportistas marítimos pueden aprovechar esto en busca de mejores tarifas o condiciones. La posibilidad de sopesar entre sí diferentes transportistas y opciones de rutas de contenedores también facilita la negociación.

3. Considerar un transitario/NVOCC
  • Si los volúmenes de un cargador son limitados, pero desea beneficiarse de tarifas ventajosas, puede ser conveniente recurrir a un transitario o a un NVOCC (common carriers que no explotan buques propios). Estos trabajan con múltiples transportistas para buscar las mejores soluciones.

  • A las navieras les gusta trabajar con transitarios, ya que se comprometen a garantizar los volúmenes de carga; en contrapartida, los costes de transporte para el cargador son más elevados. Pueden ampliar la base de transportistas marítimos de los cargadores, proporcionándoles más influencia.

  • Los transitarios pueden ofrecer a los cargadores una mayor flexibilidad. Un cargador que trabaja con un único transportista puede encontrarse sin capacidad de contenedores. En estos casos, el transitario recurrirá a otro transportista con el que trate. Sin embargo, no operan con sus propios buques, por lo que no pueden ofrecer garantías de capacidad en tiempos de demanda prolongada.

4. Evitar los costes ocultos
  • La negociación de tarifas es fundamental, pero hay que estar atentos a los costes ocultos. A menudo, solo salen a la luz cuando hay un problema en el puerto de carga (POL) o en el puerto de descarga (POD). El motivo suele figurar en las condiciones del contrato, por lo que es imprescindible leer la letra pequeña.
  • Una vez que el contenedor ha llegado al muelle, suele almacenarse gratuitamente durante unos días, pero se cobran tasas de sobrestadía o posesión a los cargadores cuando se supera este periodo. Los motivos de la posesión son, por ejemplo, la documentación incompleta o la lentitud del consignatario para proceder al despacho de aduanas. También pueden llevarse a cabo inspecciones aduaneras aleatorias.
  • Los cargadores deben conocer la normativa portuaria y el procedimiento aduanero de la jurisdicción con la que tratan. Las tasas de sobrestadía y posesión se determinan en el contrato de transporte. Es fundamental conocer los procedimientos locales y cómo afectarán a la probabilidad de que se produzcan estos hechos.

5. Explorar las opciones de divisas y de cobertura 
  • Las tarifas del transporte marítimo suelen negociarse en dólares estadounidenses (USD). Por lo tanto, el riesgo cambiario es un factor considerable a la hora de negociar las tarifas y pagar a las navieras o a los transitarios. Pagar en dólares puede dejar a los cargadores expuestos a las fluctuaciones del tipo de cambio.

  • Algunos proveedores de servicios de pago (PSP) ofrecen opciones de pago inmediatas y multidivisa, con tipos de cambio disponibles en tiempo real y total transparencia sobre las comisiones relativas a las transacciones.

  • Otra posibilidad son las opciones de cobertura. Los seguros de cambio permiten fijar tipos de cambio y garantizarlos para los pagos futuros. Las opciones de cobertura dinámica ofrecen esta seguridad, a la vez que permiten aprovechar la evolución potencialmente ventajosa del mercado de divisas.

En el mercado actual, los cargadores deben considerar todas sus opciones. Aunque pueda parecer pesado o costoso, estar al tanto de las condiciones de los contratos y ponerse en contacto con los proveedores de servicios de terceros puede resultar rentable al final. Es importante mantener una visión acerada y considerar todos los posibles costes, junto con la inteligencia de mercado y las soluciones creativas, que se presentan como aliados naturales de los cargadores en busca de valor y retorno de la inversión.

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¿Lo sabía? 
Algo menos del 45 % de los buques portacontenedores llegaron a tiempo en todo el mundo en diciembre de 2020, frente a más del 76 % un año antes, según las conclusiones del servicio de datos, análisis y asesoramiento sobre transporte marítimo Sea-Intelligence, con sede en Copenhague.
 
¿Qué pueden hacer las empresas para mejorar la capacidad y la fiabilidad?

Las tarifas no son el único problema con el que tienen que lidiar los cargadores. Cuando la demanda de contenedores es alta y las navieras han suspendido trayectos importantes, garantizar la capacidad de los envíos se convierte en un problema y la presión de la rotación para los transportistas aumenta considerablemente. Uno de los principales efectos es la reducción de la fiabilidad del transporte marítimo. ¿Cómo se produce esto exactamente? ¿Y qué pueden hacer los cargadores para paliar sus efectos?

Problemas frecuentes a los que se enfrentan los cargadores:

  • Roll over

    Se produce cuando un contenedor no se carga en el buque que le corresponde debido a problemas de overbooking, contratiempos en la aduana o documentación incompleta.

  • Salto de puerto
    Se produce cuando una naviera no se detiene en un puerto programado. Esto puede ocurrir debido a problemas de planificación y puede provocar que la carga no llegue a tiempo o que se entregue en un puerto alternativo.
  • Navegación en blanco
    Se produce cuando un transportista marítimo cancela un trayecto programado, saltándose varios puertos a lo largo del itinerario o incluso toda la ruta. Puede ocurrir debido a la escasa demanda de transporte, que hace que la navegación programada no sea rentable.
  • Retraso en el atraque
    Se produce cuando un buque no puede descargar su mercancía en la fecha prevista, generalmente debido a la congestión de puertos y terminales.

Como demuestran algunos de los problemas que se dan con frecuencia, las navieras se esfuerzan habitualmente por que sus trayectos se realicen al máximo de su capacidad, mientras que los cargadores necesitan garantizar la fiabilidad, para que los envíos lleguen a tiempo y los clientes no acaben decepcionados. Sin embargo, los contratos de transporte marítimo tradicionalmente funcionan como una declaración de intenciones, más que como un compromiso vinculante. Los transportistas suelen hacer roll over de forma habitual y rara vez se les penaliza por ello. Del mismo modo, a los cargadores apenas se les aplica ninguna sanción por no llenar la capacidad que han reservado con un transportista. No obstante, esta situación ha cambiado en los últimos tiempos, ya que ambas partes buscan una mayor redundancia y seguridad.

 

Cómo mejorar la capacidad/fiabilidad:

 
1. Two Compromisos bilaterales way commitments
  • Impulsado por una frustración paralela –roll over por parte del cargador e incumplimiento de la capacidad por parte del transportista– se ha producido un nuevo avance hacia contratos más vinculantes, con un mayor cumplimiento de los compromisos mutuos.

  • En términos generales, los cargadores se comprometen a un determinado nivel de volumen de transporte para los transportistas, mientras que estos se comprometen a trasladar la carga según la tarifa acordada, con las correspondientes penalizaciones que reducen el riesgo de roll over o de saltos de puerto.

  • Las empresas especializadas en ofrecer estos contratos marítimos bilaterales han visto aumentar la demanda de los cargadores en los últimos tiempos.

2. Tarifas escalonadas y tarifas indexadas 
  • Últimamente también se han observado algunas novedades en materia de tarifas, ya que muchos cargadores se han dado cuenta de que las tarifas planas anuales no les han garantizado la capacidad deseada con muchas navieras.

  • Los contratos con tarifas escalonadas ofrecen una mayor adaptabilidad. Se aplica una tarifa para volúmenes fijos en una ruta marítima específica, pero también hay una opción de tarifa más alta que ofrece una mayor flexibilidad en términos de capacidad final, dependiendo de cómo evolucionen las necesidades de contenedores del cargador.

  • Las tarifas indexadas funcionan de forma diferente. Fluctúan a lo largo del año, pero no de forma arbitraria, ya que las fluctuaciones están vinculadas a índices bien conocidos, como el Índice Mundial de Contenedores de Drewry o el Índice de Cargas en Contenedores de Shanghai.

3. Agrupación de puertos
  • La adopción de esta estrategia consiste, en última instancia, en ofrecer a los transportistas una mayor elección y flexibilidad. En lugar de limitarse a un solo POL o POD, los cargadores identifican varios puertos potenciales desde los que se puede enviar o recibir la carga.

  • Designar un puerto específico debido a la proximidad o a la conveniencia con respecto al transporte posterior de mercancías por carretera puede ser una decisión corta de miras, pues no tiene en cuenta factores como la planificación de los buques y la posibilidad de saltarse el puerto  skipping en caso de congestión, lo que puede repercutir en el coste global.

  • Al adaptarse a los transportistas y ofrecer diferentes puertos, los cargadores también pueden elegir entre una gama más amplia de navieras. Esto puede crear oportunidades en términos de coste, capacidad y planificación.

Al igual que con los costes, los transportistas marítimos disponen de numerosas formas de garantizar una mayor fiabilidad. Sin embargo, los intereses de los cargadores y de las navieras a veces pueden chocar entre sí. Los compromisos bilaterales y los nuevos modelos de tarifas tratan de conciliar mejor estos antagonismos, en beneficio de ambas partes. Mientras tanto, una estrategia sensata a seguir puede ser ofrecer a los transportistas un cierto grado de flexibilidad en una época de recursos limitados.

¿Lo sabía? 
Según los datos recopilados por Ocean Insights, empresa especialista en análisis de transporte marítimo, más del 20 % de los contenedores transbordados no llegaron a su salida programada en el segundo semestre de 2019.

El transporte marítimo es un sector imprevisible, en el que los factores ambientales cambiantes pueden afectar rápidamente a los resultados del transporte marítimo de una empresa. En los últimos tiempos, la competencia entre los transportistas marítimos ha disminuido y conseguir contenedores resulta más difícil. Esto limita la influencia de los cargadores y su capacidad para negociar tarifas favorables, por lo que es necesario adoptar estrategias inteligentes para, por un lado, reducir los gastos y, por otro, garantizar la fiabilidad y la capacidad del servicio.

Para reducir los costes, las empresas pueden optar por un sinfín de estrategias, desde la creación de asociaciones de consorcio con otros cargadores y el uso de transitarios, hasta la diversificación de las opciones para los transportistas marítimos y la consolidación de los volúmenes de carga. En cuanto a la fiabilidad, los cargadores deben tener en cuenta que su necesidad de confiabilidad a veces entra en conflicto con los requisitos de los transportistas en cuanto al cumplimiento de la capacidad. Estas preocupaciones, aparentemente contrapuestas, hacen que soluciones novedosas, como los contratos bilaterales y los modelos de tarifas innovadores, resulten un compromiso bienvenido para ambas partes.

En última instancia, los cargadores deben ser creativos. En un mercado de vendedores, es importante ser flexible y adaptable, pero todavía hay oportunidades para optimizar las operaciones de transporte. En cuanto al ahorro de costes, la cobertura de divisas es una opción que a menudo se pasa por alto. No obstante, en un sector volátil dominado por una moneda global, podría ser la estrategia que marque la diferencia y ayude a asegurar los márgenes de una empresa.

 

 

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