Hoy en día, casi todas las pymes pueden realizar negocios internacionales y quizá se pregunte cómo reducir su riesgo cambiario. Los tipos de cambio fluctúan todo el tiempo y seguirles la pista es una tarea inútil.
Afortunadamente, puede gestionar su riesgo cambiario siguiendo algunas tácticas de eficacia probada.
Antes de examinar estas tácticas, veamos los tipos de riesgos cambiarios a los que se enfrenta:
Además de comprender las categorías de riesgo cambiario, recuerde revisar su política al respecto. Aleksandar Stojanovic, director general y fundador de Fiscallion, empresa boutique de asesoramiento centrada en el liderazgo financiero estratégico, afirma que cuantificar la exposición es fundamental.
«Elabore una lista exhaustiva de todos los activos, pasivos, ingresos y gastos denominados en divisas», señala. «Utilice datos históricos y proyecciones a futuro para estimar el impacto potencial que tendrá el tipo de cambio en los flujos de caja y los estados financieros».
Stojanovic también recomienda llevar a cabo análisis de sensibilidad para modelizar el impacto de la volatilidad de los tipos de cambio en el flujo de caja.
Una vez que disponga de estos elementos básicos, las tácticas que se exponen a continuación le ayudarán a reducir el riesgo cambiario.
Los términos casamiento (matching) y compensación (netting) resuenan mucho cuando se habla de gestión del riesgo cambiario y es posible que se haya preguntado qué son.
El matching y el netting se refieren a la misma táctica de conciliar flujos de trabajo de divisas complementarios para reducir la exposición a las divisas. Esta definición es todo un trabalenguas, así que utilicemos un ejemplo.
Supongamos que su empresa en la UE debe transferir 1 millón de USD a su filial estadounidense. Pero, la filial debe transferir 1,5 millones de USD de vuelta a la unidad de la UE.
El «netting» de estos flujos de divisas nos da una entrada neta de efectivo de 500 000 USD a la unidad de la UE.
En lugar de ejecutar dos transacciones de divisas, ejecuta una en la que la unidad estadounidense transfiere 500 000 USD a la UE, reduciendo su exposición neta a las divisas a 500 000 USD.
El «netting» de estos flujos de divisas nos da una entrada neta de efectivo de 500 000 USD a la unidad de la UE.
En lugar de ejecutar dos transacciones de divisas, ejecuta una en la que la unidad estadounidense transfiere 500 000 USD a la UE, reduciendo su exposición neta a las divisas a 500 000 USD.
Tres flujos de divisas netos a dos
Cuatro flujos de divisas netos a tres
Cuando se trate de flujos de divisas con varios tramos, transfiera el importe más pequeño de la transacción a los otros tramos. De este modo, reducirá su exposición a las divisas por esa cantidad y podrá compensar los flujos independientemente del número de tramos que tenga una transacción.
Recuerde que el matching y el netting solo funcionan si todas las transacciones se realizan cerca unas de otras y en la misma divisa.
Por ejemplo, si los flujos opuestos en nuestro ejemplo anterior de dos partes ocurren con tres meses de diferencia, es imposible compensarlos. Al fin y al cabo, suceden demasiado separados y no podrá contabilizarlos con precisión.
Si su empresa ha suscrito contratos prolongados de proveedores o clientes con entidades internacionales, tiene sentido añadir cláusulas de recuperación de ingresos.
«Incluya cláusulas específicas en sus contratos que aborden cómo se gestionarán las fluctuaciones de divisas», afirma Stojanovic. «Defina la moneda base y establezca límites o mecanismos de ajuste del tipo de cambio».
Si el tipo de cambio de un par de divisas se desvía más allá de un umbral acordado, una de las partes compensa a la otra por cualquier pérdida. Veamos un ejemplo.
Supongamos ahora que el tipo EUR/CNY se mueve a 7,998 (un 2 % al alza).
En esta situación, la empresa B podría haber ahorrado dinero transfiriendo menos EUR, ya que el tipo de cambio aumentó. Con el nuevo tipo de cambio, la empresa B habría tenido que transferir 49 019 euros. Efectivamente, la empresa B ha pagado 980 euros de más a la empresa A.
Una cláusula de protección del tipo de cambio del 1 % habría ayudado a la empresa B de la siguiente manera:
Este acuerdo protege a la baja y al alza a la empresa B. En este ejemplo, la empresa B absorbe el riesgo de cambio, garantizando a su proveedor una cantidad fija.
En el ejemplo anterior, usted es quien asume los riesgos de cambio dentro de una banda de tipos de cambio definida. Podría darle la vuelta a esta situación y asumir la responsabilidad de los movimientos del tipo de cambio más allá de esa banda y hacer que su proveedor asuma los riesgos del tipo de cambio dentro de esa banda.
Una razón para hacer esto es que es menos probable que se produzcan movimientos fuera de la banda definida. El inconveniente es que si estos movimientos se producen, usted soportará una carga financiera importante. Si su proveedor depende en gran medida de sus pedidos, considere la posibilidad de establecer este acuerdo.
Así, en nuestro ejemplo, la empresa A fijaría un umbral del 1 % a los movimientos en EUR, limitando sus subidas y bajadas. La empresa B pagaría 50 000 euros pase lo que pase, soportando costes adicionales solo si el tipo EUR/CNY supera el umbral del 1 %.
Stojanovic afirma que, como director financiero de una pyme, es fundamental explorar estas opciones. Ya sea optando por dividir las ganancias o las pérdidas de los movimientos de divisas o fijando umbrales, debe trabajar con sus contrapartes para reducir su exposición a las divisas.
«Decida intervalos regulares para revisar y, potencialmente, ajustar los términos del contrato en función de las condiciones del mercado de divisas», apunta. «Esto garantiza que el contrato siga siendo justo y relevante a lo largo del tiempo».
Quizá la mejor forma de que las pymes minimicen su riesgo de exposición al tipo de cambio sea realizar transacciones en divisas locales en la medida de lo posible. Por ejemplo, si tiene varios clientes en Estados Unidos, acepte de ellos USD en una cuenta local estadounidense.
Si la mayoría de sus proveedores están en Bulgaria, abra una cuenta local y págueles en BGN.
Transfiera los pagos en bloque de estas cuentas a su moneda local y reducirá el impacto de las fluctuaciones del tipo de cambio.
Por ejemplo, en lugar de recibir 100 pagos individuales de sus clientes en USD y convertirlos a EUR, puede consolidarlos en una sola transferencia. Esto significa que se enfrentará a los riesgos del tipo de cambio de divisas en una sola transacción en lugar de en 100.
Mientras el volumen de transacciones siga siendo el mismo, podrá fijar un único tipo de cambio y predecir con exactitud su flujo de caja. Del mismo modo, puede transferir un pago en bloque a una cuenta local desde la que pagar a sus proveedores, garantizando que recibirán las cantidades correctas en su moneda local.
Puede fijar los costes de los proveedores, lo que le ayudará a presupuestar con facilidad e incluso conseguir mejores tarifas en una transacción en bloque.
Ahora bien, puede que esté pensando que abrir cuentas locales en distintas jurisdicciones es todo un reto para una pyme. Gracias a soluciones tecnológicas como las cuentas en divisas de iBanFirst, puede abrir una cuenta en la divisa de su elección y empezar a realizar transacciones inmediatamente.
Aunque realizar transacciones en divisas locales es una buena forma de reducir el riesgo cambiario, Stojanovic advierte de que esta táctica no siempre funciona.
«Puede seguir existiendo una exposición indirecta a través de los costes de la cadena de suministro o de las inversiones,» afirma. «Además, en algunos mercados, realizar transacciones en divisas locales puede no ser factible debido a restricciones normativas o a una liquidez limitada».
Como director financiero, es fundamental sopesar estos factores y alinear su estrategia de divisas con la gestión global de riesgos y los objetivos empresariales de su pyme.
Aunque los métodos comentados anteriormente pueden ser eficaces, conllevan determinadas limitaciones y dependencias. Por ejemplo, el matching y el netting solo son factibles si tiene flujos de divisas próximos pero opuestos y su equipo financiero es lo suficientemente grande como para gestionar el trabajo adicional que eso supone. Del mismo modo, los acuerdos contractuales de protección contra el riesgo de cambio dependen de la voluntad de negociación de sus proveedores y clientes. Incluso las cuentas en moneda local, aunque reducen el riesgo, no garantizan por sí solas unos tipos de cambio favorables.
Para mantenerse al tanto del riesgo cambiario, a menudo una opción más eficaz puede ser considerar instrumentos financieros de gestión del riesgo cambiario.
Aun así, muchas pequeñas empresas rehúyen los derivados sobre divisas, convencidas de que son excesivamente complejos y más adecuados para empresas más grandes. En realidad, existe toda una gama de instrumentos financieros disponibles, desde los más sencillos hasta los más intrincados. En última instancia, se trata de encontrar el enfoque y las herramientas con las que se sienta cómodo y asegurarse de que su socio de divisas le presta apoyo para evaluar sus opciones con eficacia.
Para mitigar el riesgo de forma eficaz, considere la posibilidad de emplear los siguientes instrumentos en los mercados:
Los seguros de cambio le permiten comprar o vender una cantidad específica de divisas a un tipo de cambio predeterminado en una fecha futura concreta. Protegen contra las fluctuaciones desfavorables de las divisas y facilitan la gestión de caja y los procesos presupuestarios.
Sin embargo, es esencial tener en cuenta que cuando se compromete con un seguro de cambio, está obligado a comprar o vender la divisa al tipo de cambio acordado, independientemente del tipo de mercado vigente en la fecha de vencimiento del seguro.
Los seguros de cambio flexibles ofrecen más flexibilidad ya que le permiten garantizar un tipo de cambio para una cantidad determinada de divisas y utilizarlo en cualquier momento dentro de un periodo designado. Esta flexibilidad resulta especialmente útil para las empresas con plazos de transacción variables. Al igual que los seguros de cambio, usted está vinculado al tipo de cambio predeterminado, independientemente de los movimientos del mercado.
Estos productos le otorgan el derecho, que no la obligación, de cambiar una divisa por otra a un tipo predeterminado en una fecha futura. En términos más sencillos, tiene la opción de ejercer o rechazar su opción al vencimiento del contrato, dependiendo de si el tipo de mercado es más favorable que el tipo de la opción, por ejemplo. Sin embargo, esta mayor flexibilidad supone un precio más elevado.
«Consulte con asesores financieros o expertos en gestión de tesorería especializados en gestión de riesgos de divisas», aconseja Stojanovic. «Pueden ofrecerle asesoramiento a medida y ayudarle a navegar por las complejidades de las distintas soluciones financieras».
«Cultive relaciones con bancos, asesores financieros y otros socios que puedan respaldar sus esfuerzos de gestión del riesgo cambiario», añade. «Una red sólida puede proporcionarle valiosos conocimientos y recursos».
Descuidar el riesgo cambiario puede acabar saliendo muy caro. Por lo tanto, es fundamental que todas las empresas que operan con varias divisas se tomen el tiempo necesario para comprender su exposición al riesgo cambiario antes de decidir cómo mitigarlo.
¿No sabe con seguridad qué tácticas y herramientas se adaptarían mejor a su empresa? Contacte con nosotros. Estamos aquí para ayudarle a abrirse camino. Nuestro equipo de expertos en divisas trabajará con usted para adaptar un enfoque que se ajuste perfectamente a sus objetivos empresariales y a su nivel de comodidad con el riesgo.
El riesgo cambiario, o riesgo de tipo de cambio, se refiere al potencial de pérdidas financieras derivadas de las fluctuaciones de los tipos de cambio de las divisas. El riesgo cambiario, también conocido como riesgo de tipo de cambio, se refiere al potencial de pérdidas financieras que pueden sufrir los particulares o las empresas como consecuencia de las variaciones de los tipos de cambio de las divisas. Este riesgo aparece cuando las transacciones implican divisas diferentes de la moneda nacional y las fluctuaciones de los tipos de cambio pueden afectar al valor de los activos, los pasivos o los flujos de caja.
Veamos un ejemplo de riesgo de transacción en divisas: una empresa con sede en la UE registra sus ingresos en EUR, pero recibe pagos de sus clientes en USD.
Si el tipo de cambio EUR/USD se mueve desfavorablemente, esta empresa podría registrar menores ingresos y una pérdida. En esta situación, cada transacción en la que la empresa convierte USD en EUR conlleva una exposición y un riesgo cambiarios.
Los tipos de riesgo cambiario más comunes son:
La gestión del riesgo cambiario consiste en minimizar la exposición de una empresa a las divisas mediante soluciones innovadoras. Algunas tácticas de gestión del riesgo son: