Aunque el mercado internacional es un motor de crecimiento probado para cualquier empresa, es muy frecuente encontrar al mercado estadounidense —en expansión por su tamaño— en la hoja de ruta de muchas compañías.
Sin embargo, exportar a Estados Unidos no está exento de desafíos. Uno de ellos es la apertura de una cuenta bancaria local. Los trámites impuestos por los bancos estadounidenses para abrir una cuenta a nivel local y repatriar los beneficios pueden resultar complejos y engorrosos.
Exportar a Estados Unidos: una ambición a veces compleja
Dependiendo del método de expansión elegido para distribuir sus productos y servicios, una empresa puede encontrarse con varios obstáculos, sobre todo a la hora de recaudar ingresos (procedentes de las ventas en USD a clientes estadounidenses, tanto B2B como B2C).
Así pues, para abrir una empresa en territorio estadounidense, es necesario pasar por la casilla de «apertura de una cuenta local» en un banco estadounidense tradicional. Este paso aparentemente sencillo puede resultar problemático por tres razones:
- el tiempo que se tarda en tramitar los expedientes puede llevar varias semanas y provocar un retraso en el inicio de las actividades comerciales;
- la rigidez del proceso de integración, que exige muchas garantías y documentos (como varios documentos de identidad y pruebas de residencia en Estados Unidos), y el riesgo asociado de que la solicitud sea rechazada, que sigue siendo habitual;
- las comisiones de apertura y mantenimiento de la cuenta son relativamente elevadas y francamente opacas. La repatriación de fondos a Europa requiere costosas transferencias internacionales y las operaciones de cambio de divisas, cuando las hay, suelen hacerse a tipos de cambio excesivamente altos.
También es importante tener en cuenta la red de distribución que debe implantarse en los extensos 50 estados del país. A menudo, para cubrir una gran parte de este gigantesco mercado, una empresa decide abrir varias sucursales y constituir una red local. Esto no deja de tener consecuencias desde un punto de vista bancario.
De hecho, por lo general, es necesario abrir una cuenta bancaria independiente para cada filial. Por lo tanto, las dificultades mencionadas anteriormente se multiplicarán por el número de entidades presentes en el territorio.
Por consiguiente, cuanto mayor sea la estructura de las filiales, más cuentas bancarias y flujos intragrupo habrá que gestionar, lo que implicará una complejidad contable y, sobre todo, generará costes adicionales. Por otra parte, sin duda será necesario agregar estas cuentas o repatriar estos fondos. También en este caso, la multiplicidad de transacciones a realizar no será gratuita.
El caso particular del comercio electrónico y los marketplaces
Más allá del caso clásico de las empresas que optan por expandirse a través de filiales, otras prefieren recurrir a la fuerza de los mercados. Rápidamente nos viene a la mente Amazon, por supuesto, pero también Walmart, Ebay, Etsy, Target, Overstock, Mercari y muchos otros...
En efecto, se trata de una excelente manera de evitar las dificultades a la hora de implementar por sí mismo toda una red de distribución local, pero no carece de inconvenientes.
¿Qué ocurre con los pagos cuando se vende a través de un marketplace?
En realidad, los módulos de pago de terceros están respaldados por estos mercados: PayPal, Stripe, AmazonPay, etc. Estos proveedores de servicios de pago (PSP) son los que permiten llevar a cabo la transacción: el cliente paga con sus medios locales (por ejemplo, una tarjeta de crédito estadounidense para un pago en USD) y el vendedor cobra los ingresos de sus ventas (por ejemplo, en una cuenta local estadounidense, en una cuenta estadounidense en el extranjero o en una cuenta en euros en el extranjero).
En los tres casos, el vendedor se verá limitado por la intervención de los PSP:
- en caso de un pago simple a una cuenta local estadounidense, los plazos de recepción de estos fondos pueden ser lentos y el PSP se llevará una comisión por este pago;
- en caso de un pago a una cuenta en USD en el extranjero, la transferencia llevará tiempo y el uso de la red internacional será costoso, sin olvidar la comisión correspondiente.
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Por último, si el vendedor no tiene una cuenta en USD sino en euros en el extranjero, a los plazos y los costes de los pagos internacionales se le añade el inconveniente de la elevada tasa de conversión impuesta (entre el 2 y el 5 %).
La solución de una cuenta local en USD combinada con la solidez de la red de iBanFirst
En iBanFirst, ayudamos a las empresas a expandirse a nivel internacional haciendo fácil y posible lo que de otro modo sería complejo y obstaculizante.
Por eso ofrecemos a cualquier empresa que desee implantarse en el mercado estadounidense la oportunidad de abrir cuentas locales en dólares de forma sencilla, beneficiándose al mismo tiempo de la solidez de la red de iBanFirst para:
- cobrar los pagos de sus ventas locales utilizando la red nacional de pago, más rápida y barata, y beneficiarse de transferencias gratuitas y conversiones instantáneas entre sus distintas cuentas de iBanFirst para realizar transferencias de fondos entre grupos o repatriarlos a una empresa matriz con sede en Europa;
- agregar todas sus cuentas en un solo lugar con un balance consolidado en la plataforma de iBanFirst;
- si es necesaria una conversión, por ejemplo, de USD a EUR, la velocidad de la transacción y de la transferencia será óptima, con los tipos de cambio más bajos y ajustados, como siempre garantizamos.
En resumen, con una cuenta iBanFirst local en Estados Unidos, además de las cuentas iBanFirst europeas, nuestros clientes pueden eludir las complejidades y los costes asociados a las soluciones tradicionales y beneficiarse de la agilidad y la rapidez de ejecución necesarias para hacer realidad sus ambiciones.